Menor llama al 911 para denunciar a sus padres por darle de cenar ensalada

Un niño de 12 años en Halifax, Nueva Escocia, llevó el odio por las ensaladas demasiado lejos, cuando llamó al 911 para informarle a los policías que sus padres lo estaban obligando a comer una horrible ensalada.

Según CBC News,el pasado martes, alrededor de las 22:00 horas el chico llamó a la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) y les dijo a los operadores que no le gustaba la ensalada que sus padres le habían preparado.

Luego llamó por segunda vez para preguntar qué tan rápido podían llegar los policías, y para "[reiterar] cuánto le desagradaba la ensalada".

La policía acudió al domicilio del pequeño, pero para su mala suerte no era para arrestar a sus padres por darle de cenar lechuga, si no para darle un sermón sobre la importancia de llamar al 911 cuando sea apropiado.

"A pesar de que muchos podrán estar de acuerdo con odiar las ensaladas a veces, esto plantea un problema más importante que garantiza la discusión en todas las edades", dijo en un comunicado Dal Hutchinson de la RCMP.

"El uso indebido del 911 es un problema para grupos de cualquier edad y compromete recursos valiosos impidiendo que la gente a cargo lidie con emergencias reales".

Hutchinson dijo que esto sería una "lección de aprendizaje" para el niño, y que no se le daría la multa que normalmente se le impone a quienes llaman al 911 por tonterías.

Algunas personas que si han recibido multa por hacer llamadas inapropiadas al 911 fueron, un padre que pensó que la policía necesitaba saber lo mal que se había cortado el cabello su hijo y otra persona que marcó al 911 porque no le pusieron suficiente carne en su kebab

Pero los niños no son los únicos que usan mal el 911, al menos no cuando se trata de llamar para quejarse sobre sus comidas.

Una mujer de Ohio que reportó que su comida china no le había gustado, cuando todavía estaba en el restaurante, era bastante adulta.

Igual que la mujer de Texas que llamó al 911 porque sus McNuggets no habían estado listos lo suficientemente rápido, y que quería que su pedido fuera gratis.

O el hombre de Florida que llamó a la policía varias veces para informar que las porciones que había recibido en un restaurante de mariscos eran demasiado pequeñas y en febrero, dos departamentos de policía en Inglaterra tuvieron que recordarles a sus ciudadanos que la escasez de pollo de KFC no era un asunto policial.