Cese al fuego entre Israel y Hamás; ¿qué implica?

Tras 15 meses de enfrentamientos, este miércoles el conflicto entre Israel y Hamás ha llegado a un acuerdo de alto el fuego. El acuerdo, mediado por Qatar, Estados Unidos y Egipto, entrará en vigor el 19 de enero de 2025 y se implementará en tres fases.

No obstante, cabe destacar que los conflictos entre Hamás e Israel tienen raíces profundas y se han intensificado de manera intermitente desde la creación de Hamás en 1987, siendo de manera más reciente y fuerte desde octubre de 2023 hasta este enero 2025. 

Este último ha dejado un saldo devastador, más de 46 mil palestinos han perdido la vida  y la infraestructura de Gaza ha sufrido una destrucción significativa. Por parte de Israel se reportaron más de 1,200 muertes, principalmente en los ataques iniciales de octubre de 2023. 

Estos números recuerdan las desventajas de Hamás ante Israel pues a este último se le reconoce como un Estado soberano con relaciones diplomáticas en todo el mundo, mientras que el otro es considerado una organización terrorista por varios países, limitando su capacidad para obtener apoyo internacional. 

Israel por su parte posee un Ejército altamente avanzado y bien equipado, con tecnología militar superior, además de una economía robusta y apoyo de aliados Internacionales, mientras que las operaciones de Hamás se llevan a cabo desde la misma Franja de Gaza, zona con recursos limitados y bajo bloqueo. 

Estas desventajas han influido en la dinámica del conflicto y en las negociaciones para alcanzar el reciente alto el fuego que se acordo en tres fases, entrando en vigor el 19 de enero, que consisten en: la primera fase, de seis semanas, incluye la retirada gradual de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y la liberación de 33 rehenes por parte de Hamás. La segunda fase es reconstrucción y diálogo político, con una duración estimada de 3 meses. Siendo la última fase solución a largo plazo y estabilización.